El nombre de las jornadas viene del clásico juego del veo-veo, por lo que se optó por un logotipo que mezclase el obturador de las cámaras réflex con el ojo o la mirada. Necesitaban un logotipo polivalente para distintos soportes, que fuese identificado fácilmente y que atrajese la atención.
Para este proyecto se construyeron gran variedad de carteles, anunciando las propias jornadas, un concurso fotográfico y cada una de las 14 exposiciones que hubo por la ciudad.
También se hizo publicidad web, trípticos, redes sociales y material con el que direrenciar a los organizadores del evento.
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